Envejecimiento cutáneo: Fotoenvejecimiento.

 

A partir de los 25 años de edad empiezan a manifestarse los primeros signos de envejecimiento en la superficie de la piel. De entrada, aparecen finas líneas y, en el trascurso del tiempo, llegan a percibirse arrugas, pérdida de volumen y pérdida de densidad.Nuestra piel envejece por diversos motivos diferentes. De estos motivos no todos son inevitables y no pueden cambiarse. No obstante, los demás pueden ser controlados en cierta medida mediante un enfoque natural de prevención.fotoenvejecimiento

El conocimiento del modo en que factores internos y externos afectan a la estructura y la función de la piel puede contribuir a elegir opciones sobre el tratamiento y la prevención.

Los factores externos que afectan a la velocidad de envejecimiento cutáneo se deben todos ellos a un solo proceso, el estrés oxidativo. Se trata de la liberación de moléculas llamadas radicales libres, o especies de oxígeno reactivas, en el organismo. La teoría del envejecimiento basada en radicales libres afirma que envejecemos debido a la acumulación de daños causados por los radicales libres en el trascurso del tiempo. Un radical libre es un átomo o molécula muy volátil, que posee una gran capacidad para lesionar todas las estructuras celulares incluyendo lípidos y proteínas.

En circunstancias normales, los radicales libres son atrapados y neutralizados por los antioxidantes de la piel, es decir, moléculas con la capacidad para captarlos y detenerlos. No obstante, en el trascurso del tiempo, disminuye la aptitud de la piel para desactivar los radicales libres. El resultado es la lesión de todos los componentes de la célula cutánea. El estrés oxidativo es acelerado y desencadenado por diversos factores relacionados con el estilo de vida.

Tanto la exposición prolongada al sol como la diaria desencadenan un proceso llamado fotoenvejecimiento causado por el estrés oxidativo. Los efectos del sol en el envejecimiento de la piel en general no deben ser subestimados.

El 80% del envejecimiento prematuro de la piel es consecuencia de los efectos dañinos de los rayos UV.

envejecimiento

Aunque la piel tiene la capacidad de protegerse así misma del sol a través del bronceado y el engorsamiento de la epidermis, hay un límite. Este límite varía por cada persona y una vez excedido resulta en un daño de la piel permanente y una aceleración de los signos de envejecimiento. Cada vez que nos exponemos al sol, incluso en invierno, la piel se expone a los daños de la radiación UV. Esto puede conducir a un bronceado, a una quemadura de sol, a la pigmentación despareja, al envejecimiento de la piel y, en el peor de los casos, incluso a un cáncer de piel. Es imprescindible un enfoque comprometido de protección solar para reducir los efectos lesivos del sol. Incluir los productos con FPS adecuados a la rutina diaria para el cuidado de la piel ayudará. El filtro solar apropiado se elige según el tipo de piel, el tipo de pigmentación y la intensidad del sol en la locación actual.

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