¿Es malo comer siempre lo mismo?
Pues no es tan malo como todos nos imaginamos. En todo momento hablaremos de que no está mal repetir menú, pero que incluya alimentos sanos y nos aporte todos los nutrientes.
¿Cuál es el límite entre el exceso de la monotonía culinaria y una variedad suficientemente saludable?
Hay varios estudios de una universidad muy prestigiosa, que ha demostrado que incluir en la dieta 16 o 17 alimentos es suficiente para estar sano. El objetivo de este estudio era averiguar cómo afecta la cantidad de alimentos distintos y su calidad al riesgo de sufrir enfermedades.
Las mujeres que basaban sus comidas diarias en 16 o 17 de estos alimentos tenían un 42% menos de riesgo de morir por cualquier causa que las que usaban menos de 9 alimentos diferentes en sus platos. Normalmente en nuestra vida nos excedemos en la variedad de alimentos o incluimos poca diversidad. Llegar a ese punto donde comer deba ser una cosa sencilla y nos aporte todos nutrientes es difícil. ¿Piensa cuanta variedad de alimentos sanos has consumido hoy?
Si nos remontamos hace miles de años, en la prehistoria no se preocupaban en absoluto si todos los días tenían la carne del mismo animal, o los mismos frutos para comer e incluso si cenaban o desayunaban lo mismo. Y tampoco está muy claro si la variedad a la que tenemos acceso actualmente en los supermercados es mucho más beneficiosa para el organismo que la que tenían nuestros antepasados.
La conclusión de los científicos, es que no hace falta tener el menú de un buen restaurante, basta con que tus cuatro platos estrella tengan un poco de todo.
Más estudios.
Un estudio publicado en «Appetite», afirma que cuatro platos de comida diferentes aportan el 60% más de calorías que cuatro platos con los mismos alimentos. Esto quiere decir, que la variedad de los platos hace aumentar el apetito.
Otra de las conclusiones del estudio incide en una sensación experimentada por el ser humano. Cuando se ingiere un único plato se come menos porque la dieta constante no resulta agradable. En este caso, se habla de «saciedad sensorial específica» que es «una disminución temporal en el gusto por tomar un alimento que llevas ingiriendo todo el tiempo en la misma comida». Es responsable de que comamos más cantidad cuanto mayor es la variedad de sabores en un plato. Esto explica por qué después de una comida copiosa, a pesar de sentirnos completamente saciados, siempre nos queda un hueco para el postre.
El repetir las mismas comidas una y otra vez tiene ventajas.
1) Comer se convierte en un placer
La variedad está sobrevalorada. Si cada día comes tus platos favoritos, ¿por qué ibas a aburrirte? Encuentra un plato sano que te guste tanto que no te importaría comerlo todos los días.
2) Es más sano que comer variado
La población come platos distintos cada día. Si tu diseñas un menú saludable para un día, con todos los nutrientes necesarios, y lo repites 7 días a la semana, vas a comer sano 7 días a la semana.
El problema con la variedad es que te obliga a decidir cada día qué vas a comer, y es muy difícil que todas esas decisiones sean saludables porque el número de alimentos sanos que te gustan es limitado y la naturaleza humana es débil. Si te das permiso a decidir, llegará el día que decidas que te mereces un buen brownie caliente con helado. No dejes margen a pensar mucho.
3) Puedes utilizar tu fuerza de voluntad en cosas más provechosas
Saber de antemano lo que vas a desayunar, comer y cenar te permite automatizar esa parte de tu vida y emplear tu capacidad de decisión en tareas más importantes.
4) Ahorras tiempo y dinero al hacer la compra
Cuando sabes exactamente lo que tienes que comprar, ir al supermercado no te lleva más de 15 minutos. Vas únicamente a los pasillos necesarios, coges el número de unidades correcto y no pierdes tiempo delante de la sección de postres. Además, gastas menos dinero porque no caes en la tentación de comprar más de la cuenta.
5) Disfrutas más de los restaurantes
Cuando sales a comer fuera con tus amigos o tu pareja, todos los platos del menú son “nuevos” para ti y tienen una pinta deliciosa. Ir a un restaurante se convertirá en una experiencia aún más placentera.
6) Siempre hay hueco para la variedad
Aunque comas lo mismo todos los días, siempre puedes introducir variaciones en los tipos de alimentos o en cómo cocinarlos. Por ejemplo, si decides comer huevos en el desayuno, unos días puedes prepararlos a la plancha, otros días revueltos y otros preparar una tortilla. Lo mismo con la fruta; si tu merienda son dos piezas de fruta, un día puedes comer manzana y al siguiente pera.
Plato único perfecto para que reúna todos los nutrientes necesarios.
Ya que hablamos de un menú sencillo con todos los nutrientes. Aquí tenéis una pequeña guía orientativa para que en cada toma sepáis escoger vuestros alimentos. Lo ideal en el almuerzo y cena que sea un plato único.
Espero que hayáis disfrutado de este artículo. Para el próximo mas y mejor 😉
