TARTA DE QUESO LIGHT
El verano nos pide algo refrescante y ligero, que mejor que esta Tarta de queso light.
Siempre en mi línea de intentar evitar las grasas saturadas y los azúcares simples, para poder seguir disfrutando del dulce.
Hay muchas versiones de Tarta de queso. Yo me decido por la versión cremosa, fresca y sin necesidad de calor para su elaboración. Siempre buscando recetas prácticas y de fácil elaboración para que no tengáis excusas.
BASE DE LA TARTA;
Normalmente se usa una base con margarina y galletas molidas.
Yo uso avena, almendra molida, miel y leche. Que no te gusta la miel, dale el toque dulce con edulcorante líquido o un par de cucharadas soperas de azúcar moreno.
- Copos de avena (medio vaso).
- Almendra molida (medio vaso).
- Miel y leche, hasta que se haga una pasta.
A mi gusta una base que se vea, más o menos de un dedo de grosor. Si te queda fina volver hacer más base para la tarta.
MASA DE LA TARTA;
- 350 gr de 0% cremoso natural.
- 2 tarrinas de queso batido desnatado (120 gr cada una).
- Media tarrina de requesón.
- Edulcorante líquido a gusto. (Como no necesita calor nos vale cualquier edulcorante).
- 4 láminas de gelatina.
Mientras mezclas todos los ingredientes, deshacemos la gelatina en una olla con un dedo de agua a temperatura suave. Procuramos que la gelatina haya pasado de forma sólida a liquida. Vertemos la mezcla en la olla y lo unificamos bien.
Lo normal es adornar con unas fresas naturales o mermeladas, en mi caso, me encanta la miel con unas nueces. Está realmente riquísima. Ha quedado muy fresca al paladar, cremoso sin ser gelatinosa y un toque a queso.
Espero que se te haya echo la boca agua. 😉
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